martes, 13 de noviembre de 2007

Murió Pietro Scoppola

PIETRO SCOPPOLA
Figura de la Democracia Cristiana italiana

IRENE HDEZ. VELASCO«Ningún acontecimiento histórico relevante lo es en sí mismo. Ni siquiera acontecimientos únicos, como el descubrimiento de América o, más recientemente, la caída del muro de Berlín. Su relevancia es siempre fruto de una interpretación posterior. ¿Significa eso que el conocimiento histórico deber estar condenado a la arbitrariedad y al infundamento?», solía plantear Pietro Scoppola a sus alumnos.

La pregunta queda ahí, aunque el viejo profesor de Historia Contemporánea en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad la Sapienza de Roma ya no está para formularla. Pietro Scoppola, historiador, constitucionalista y uno de los principales representantes del movimiento democristiano en Italia, falleció el pasado viernes en la capital transalpina, un mes y medio antes de celebrar su 81 cumpleaños.

Era un historiador riguroso, un hombre de gran rectitud moral, como buen católico, y, a pesar de sus convicciones religiosas, siempre fue un libre pensador, una persona capaz de mantener la autonomía intelectual. Pero, además de estudioso e intelectual, fue un hombre profundamente comprometido con la vida pública.

Nacido en 14 de diciembre de 1926 en Roma, Scoppola no tenía problemas en poner su vasta sabiduría y su enorme prestigio al servicio de aquellos proyectos políticos que en su opinión pudieran ayudar a la modernización de la democracia italiana. Incluido El Olivo, la coalición de centro-izquierda que lidera Romano Prodi. O el Partido Democrático, la nueva gran formación política que aglutinará a los antiguos comunistas de Demócratas de Izquierda y a los democristianos de La Margarita y de la que hace sólo unos días Walter Veltroni fue elegido su líder en unas elecciones primarias. Scoppola fue uno de los 12 sabios que redactaron el manifiesto fundacional del Partido Democrático.

La magistral habilidad de Scoppola para compaginar su compromiso intelectual y docente con una directa participación en la vida pública se hizo patente desde los inicios de su carrera, cuando combinaba su trabajo como funcionario parlamentario y secretario de distintas comisiones con su vocación académica. Una capacidad que se haría patente durante toda su trayectoria, marcada tanto por su elección en 1983 como senador, tras concurrir a los comicios como independiente en las listas de la Democracia Cristiana, como por sus estudios sobre la relación entre la conciencia religiosa y la conciencia civil e Iglesia y Estado en los siglos IX y XX, y que encontró uno de sus momentos culminantes en 1957 con la publicación del libro Del neoguelfismo a la Democracia Cristiana, en el que aborda las relaciones entre la Iglesia y el fascismo.

Aunque quizás su obra más conocida, o por lo menos la que más debate ha suscitado en el país transalpino, sea La propuesta política de Alcide De Gasperi, un libro que publicó en 1977 y en el que analiza la figura del fundador de la Democracia Cristiana italiana tras la Segunda Guerra Mundial.

Y todo ello, sin dejar tampoco de lado su actividad como docente. Porque Scoppola fue, por ese orden, profesor de Historia del Risurgimento italiano, de Historia de los Partidos, de Historia de las Relaciones entre Iglesia y Estado y de Historia de la Iglesia, antes de convertirse en profesor de Historia Contemporánea en Roma.

Pietro Scoppola, historiador, nació en 1926 en Roma, ciudad en la que murió el 26 de octubre de 2007.